viernes, 23 de septiembre de 2011

EL VIAJE DEFINITIVO (un poema de Juan Ramón Jiménez)

   Se filtra entre los árboles la luz dorada y dulce del otoño. Aún tienen un poquito de fuerza los últimos rayos de sol. Hay un libro de poemas en mi escritorio y leo los versos mil veces repetidos. Juan Ramón me acompaña esta tarde:

Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando;
y se quedará mi huerto con su verde árbol,
y con su pozo blanco.

Todas las tardes el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincon de aquel mi huerto florido y encalado,
mi espiritu errará, nostalgico.

Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido...
Y se quedarán los pájaros cantando.

1 comentario:

  1. Así es este mundo en el que estamos y nos vamos. Es triste saberlo, e inevitable.

    Saludos

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