domingo, 3 de julio de 2011

Cines de verano


   Ayer, mientras leía el correo, me conecté a ES Radio, al programa "Estamos de fin de semana", dirigido por Pedro Madera. Pedían que los oyentes contaran anécdotas sobre cines de verano. Les mandé la mía y acaban de decirme que he ganado un viaje a Londres. Mi anécdota era la siguiente:

" Yo recuerdo con cariño los cines de verano que venían a mi pueblo, Montón de Jiloca (Zaragoza). Recuerdo que colgaban un telón blanco (varias sábanas cosidas entre sí) de una de las fachadas de la Plaza Vieja y la gente se llevaba su silla para ver la película. Nos pasaban la bandeja y pagábamos una moneda.
  Me encantaban las películas de romanos y lo más divertido era, por supuesto, cuando en una pelea de espadas se les veía de repente el reloj a alguno de los extras. Alucinante. Y lo más terrible: lo que llorábamos los críos (yo, muy especialmente) cuando mataban a alguien. No había manera de convencernos de que eso era mentira. ¡Qué magia la del cine que es capaz de convencernos de que la pantalla es una ventana que da a otras vidas tan reales como la que estamos viviendo!.
   Guardadme el secreto: yo aún sigo creyendo que lo que veo en la pantalla es de verdad. Debe ser por eso que lloro todavía en el cine"

No hay comentarios:

Publicar un comentario